Desde la década de 1980 se incorporó la vitamina D (VD) como parte de las recomendaciones nutricionales en el primer año de vida, indicándose la suplementación de 400 U/día. Estudios más recientes han sugerido aumentar la dosis profiláctica de vitamina D en torno a 100.000 U por una o dos veces durante el primer año de vida, o en otras edades.
La DVD (deficiencia de la vitamina D) ha tomado un gran auge en las últimas 2 décadas al descubrirse un rol modulador en la inmunidad y su vínculo con infecciones, enfermedades autoinmunes y cánceres
Existe una gran relación entre el déficit de esta vitamina y el desarrollo de diversas enfermedades respiratorias.
En la infancia:
Estudios han demostrado que la deficiencia de la vitamina "D" es predisponente para contraer infecciones respiratorias agudas bajas (IRAB) o asma bronquial en niños. Las IRAB, en especial por virus respiratorio sincitial (VRS). Al no contar aún con una vacuna para ellas, las medidas preventivas y de sostén son las más importantes. El DVD es prevalente en todos los ambientes geográficos, con consecuencias ligadas al metabolismo de calcio y óseo, pero también alteraciones de la inmunidad. Hay evidencia de una asociación entre DVD y mayor riesgo de IRAB, especialmente durante los primeros meses de vida.
¿Cómo puedo saber si tengo deficiencia de vitamina D?
En el torrente sanguíneo, la vitamina D2 y la vitamina D3 se transforman en una forma de vitamina D llamada 25-hidroxivitamina D, también conocida como 25-OH vitamina D. La prueba de vitamina D mide los niveles de 25-OH vitamina D en la sangre.
Con las técnicas actuales de radioinmunoensayo y teniendo como variables de resultado los estudios relacionados al metabolismo óseo, de calcio y las infecciones agudas, se ha definido como deficiencia a concentraciones < a 20 mg/mL (50 nmol/L), insuficiencia entre 20 y 30 mg/mL (50-75 nmol/L) y normalidad por sobre 30 mg/mL.
Fatiga y cansancio, pesimismo y un estado de ánimo más deprimido, ligera excitabilidad, debilidad muscular, nerviosismo e insomnio, antojo de comer dulces, caries y gingivitis…; son algunos de los principales síntomas que nos alertan de niveles insuficientes de vitamina D que, como decíamos; es esencial para nuestra salud.
¿Por qué hay disminución de la vitamina D en un organismo?
Por falta de exposición a la luz solar, se le llama vitamina solar porque nuestro cuerpo necesita radiación UV-B para producir vitamina D. Se sintetiza a través de la piel y solo una pequeña parte proviene de la dieta.
DISMINUCIÓN DE LA VITAMINA D y su relación con el ASMA Y EPOC.
Los análisis post hoc de algunos ensayos clínicos, especialmente en enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y asma, parecen demostrar que ciertos subtipos de pacientes podrían beneficiarse de la corrección del déficit de vitamina D. Desde el punto de vista epidemiológico se ha observado un aumento del número de personas que tienen niveles sanguíneos insuficientes y deficientes de vitamina D y al mismo tiempo un aumento progresivo de la prevalencia de asma.
CONSEJOS
Dieta: La vitamina D está presente en algunos alimentos como son los pescados grasos (salmón), la yema de los huevos, la carne y los alimentos fortificados.
Sol: Tomar el sol ayuda a que el cuerpo sintetice vitamina D. Ten en cuenta que la exposición al sol debe ser controlada y acordada previamente con el médico.
Suplementos de vitamina D: Existen preparados diarios y también concentrados para tomar semanal, quincenal o mensualmente. Cuando no es suficiente, puede combinarse la suplementación de vitamina D con la ingesta de calcio. Además, cada 3 o 6 meses se suelen realizar análisis de sangre para controlar los niveles de vitamina D hasta que éstos se regulan. En cualquier caso, debe ser un médico quien prescriba estos suplementos.
Aunque es muy poco frecuente, la intoxicación por vitamina D puede ser grave: nunca tomes medicamentos con vitamina D por tu cuenta y consulta siempre con tu médico
Conclusiones
Numerosos estudios clínicos demuestran que niños que tienen asma bronquial y niveles bajos de vitamina D presentan evolución más severa de la enfermedad, incluyendo exacerbaciones frecuentes y graves, mayor número de consultas a Servicio de Urgencia y hospitalizaciones, mayor uso de corticoides tanto inhalados como sistémicos y baja función pulmonar. Sin embargo, la mayoría de estos estudios son de tipo transversal y de asociación por lo que carecen de capacidad para demostrar causalidad. Son escasos los estudios intervencionales que sugieren que la suplementación de vitamina D pudiera disminuir la frecuencia de exacerbaciones de asma. Por otro lado, estudios in vitro han demostrado que la vitamina D tendría un efecto inmunomodulador, ayudaría a disminuir la cortico-resistencia y a revertir la remodelación de la vía aérea.
Para finalizar podemos decir que toda la información analizada en esta revisión sugiere que tal vez en un futuro la vitamina D pudiera sumarse al arsenal terapéutico habitual del asma bronquial. Sin embargo, antes de poder hacer tal aseveración hace falta una mayor cantidad de estudios intervencionales, multicéntricos, con un número importante de pacientes, que permitan determinar claramente y sin lugar a dudas el papel de la vitamina D en el asma bronquial.
Depto. Pediatría. Facultad de Medicina. Campus Centro. Universidad de Chile.
Servicio de Pediatría. Clínica las Lilas, Santiago. Chile.
Depto. Pediatría. Facultad de Medicina Campus Centro. Universidad de Chile.
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